La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. Es innata, se basa en pensamientos, sentimientos y sensaciones y va cambiando a medida que vamos adquiriendo experiencias a lo largo de nuestra vida. Esta valoración guarda una relación muy estrecha con nuestro contexto cultural y social. Así, las valoraciones que recibamos de nuestro entorno y las que podamos hacer nosotros mismos desde la infancia, influirán en el concepto que tengamos de nosotros mismos.
Como reconocer mi nivel de autoestima?
Aún sin haber realizado una valoración, existen una serie de características que nos permiten detectar si tenemos un buen nivel de autoestima o por el contrario es algo que podemos trabajar para aumentar nuestro bienestar, mejorar nuestras relaciones con los demás y sentirnos más satisfechos.
Las personas con niveles bajos de autoestima se caracterizan por:
- Tener una valoración general negativa de si mismas.
- Mantener un nivel de exigencia excesivamente alto consigo mismas y con los demás.
- Tender a evaluarse constantemente y focalizarse más en los errores que en los logros .
- Suelen hablarse a si mismas de forma negativa, a ser pesimistas sobre sus capacidades o posibilidades de éxito.
- Temen cometer errores y les resulta complicado tomar decisiones porque no confían en su propio criterio.
- Son muy sensibles a la crítica de los demás.
- Suelen mostrarse tímidas y reservadas en sus relaciones sociales.
Todo esto hace que sean personas que evitan situaciones donde queden expuestos al juicio de los demás, y por tanto tienden a quedarse estancados en la rutina aunque ésta no les haga felices, a mantenerse en la zona de confort y a permanecer en un segundo plano.
En cambio las personas con un nivel de autoestima adecuado
- Son capaces de valorar y aceptar sus limitaciones y capacidades
- Se sienten bien consigo mismas.
- Son capaces de relativizar los propios errores y tomarlos como un punto de partida para mejorar.
- No temen expresar sus opiniones y emociones a los demás aceptando que estas no siempre sean compartidas por el entorno
- Son capaces de pedir ayuda y ofrecerla a los demás
- Reconocen sus errores y son responsables de sus actos
Todo esto les permite ser personas activas, que participan de las actividades de su entorno y disfrutan de sus relaciones sociales. Se sienten seguras de si mismas y actúan para conseguir sus objetivos.
Pilares de la autoestima
El psicoterapeuta Nathaniel Branden hablaba de seis pilares de la autoestima necesarios para generar y afianzar el amor por uno mismo.
- Vivir conscientemente: Vivir «conectados» con nosotros mismos. Es decir conscientes de nuestras emociones, pensamientos y sensaciones sin juzgarnos y en el momento presente.
- Aceptación de uno/a mismo/a: Esto conlleva mirarnos a nosotros mismos desde el amor propio y el reconocimiento y la tolerancia hacia nuestros propios errores y limitaciones. Implica una actitud de comprensión hacia uno mismo dentro de nuestras circunstancias y un propósito de aprendizaje.
- La responsabilidad de si mismo/a: Cada cual es el protagonista de su propia vida. Por tanto cada persona es responsable de las elecciones que realiza y sus consecuencias.
- Autoafirmación: Estar dispuesto a aceptar quién soy, respetar los propios deseos, sentimientos y pensamientos adecuándolos a la realidad. Ser asertivo, tomando nuestro lugar en nuestras relaciones y enfrentando las dificultades con el convencimiento de que nos merecemos lo mejor.
- Vivir con un propósito: Fijarse metas y objetivos acordes a nuestras capacidades y actuar para conseguirlas.
- Integridad y coherencia personal. Actuar en consonancia con nuestros valores e ideales
En definitiva: La vida nos pone ante diferentes situaciones y retos, a veces complicadas y desagradables que no podemos evitar. De como actuemos ante ellas y los mensajes que recibamos del entorno o de nosotros mismos dependerá nuestra autoestima.
No podemos cambiar la realidad pero sí elegir desde donde vivirla con las herramientas de las que disponemos. Entre ellas la más útil de todas, la que nos permitirá tener una vida más feliz a pesar de las circunstancias es la autoestima. Por tanto cuidarla y hacerla crecer es fundamental.